PESO PERDIDO DESDE LA DIETA PREOPERATORIA

lunes, 20 de diciembre de 2010

Capítulo 4: Endocrino de la Unidad de Obesidad

Tengo la cita con el endocrino de la Unidad de Obesidad del Virgen del Rocío. El Doctor Luna. Me pregunta por qué quiero operarme. Le explico brevemente que siempre que pierdo lo recupero con creces y que tengo dolencias en los pies y la espalda. Me comenta que es una operación importante con sus riesgos. Me dice que los análisis están bien aunque sale el azúcar un poco alto. Me manda una dieta (a la que no hago caso, la verdad) y me da un papel para que pida cita con psiquiatría y otro para que, una vez tenga el apto de psiquiatría, pida cita con cirugía. También me da cita con él de nuevo para el 27 de junio (¡¡qué tarde!!) y me manda una hoja para que me haga análisis unos diez días antes de esta cita. Me pide que haga la dieta y pierda peso. Es un poco seco pero correcto. Salgo sintiendo que este ya es un paso importante, que voy avanzando no muy lento y que, aunque me acojona pensar en operarme, parece que la idea va entrando en mi cabeza.
Me recomienda Princesaa que pida las dos citas para que no disten mucho una de otra y cuando pido la cita con psiquiatría me la dan para el 21 de junio y la de cirugía el 30 de junio (tengo que asistir con un persona adulta de la familia). ME DESESPERO porque veo que van a pasar muchos meses sin dar ni un solo paso. Me da coraje que durante 6 meses el proceso se estanque porque parecía que iba rápido. Aún así me digo a mí misma: “¿Por qué te da tanta rabia? Si tú aún no has decidido si te vas a operar o no…” Lo cierto es que el que me encontrará con el impedimento de 6 meses de parón hizo salir de mí la vena rebelde… y entonces yo ya sí que me quería operar. Un poco brusco el cambio, ¿no? Jajaja! Me hice mucha gracia…
Decido dejar de leer blogs y foros porque creo que así el tiempo va a pasar muy despacio y voy a obsesionarme. También decido centrarme en los hábitos que estoy trabajando con la psicóloga porque será muy importantes me opere o no.

martes, 16 de noviembre de 2010

Capítulo 3: Endocrina del Centro de Salud

Tengo la cita con la endocrina, Begoña Duarte. Cuando entro me dice: “Quieres adelgazar, ¿verdad?” Eso sin yo decirle nada. Le comento que sí, pero que concretamente quería información sobre la operación de reducción de estómago. Ella levanta los ojos de sus papeles y me mira como si le hubiera dicho que quería ponerme una tercera teta. Me pregunta que si he hecho dietas y le digo que sí. Me pregunta por el peso que he conseguido perder, le digo que 30 y me dice que sólo tengo que aguantar un poco más a régimen. Se ve que no tiene mucha empatía y no sabe mucho cómo funciona una persona cuando ha logrado perder 30 kilos… Me pesa: 140, me mide y me hace un informe para que me den cita en la Unidad de Obesidad del Hospital Virgen del Rocío y me manda unos análisis para que allí puedan ver los resultados. Lo importante es que he conseguido lo que quería. Dar un paso más. Así que me voy contenta aunque con impotencia porque creo que una endocrina… debe entender un poco más a sus pacientes. La reacción de ella me hace seguir creyendo que lo mismo es una locura operarme.

martes, 19 de octubre de 2010

Capítulo 2: Médica de Cabecera

Voy a mi médica de cabecera a pedirle cita con un@ endocrin@ para informarme de la operación de reducción de estómago. Ella como “buena mandá” me la da sin problemas, sin hacerme preguntas de ningún tipo. Sigo considerando la operación como una improbable opción.

lunes, 4 de octubre de 2010

Capítulo 1

Esta historia comienza hoy, cuando Princesaa, la chica que viene a limpiar a mi casa me dice que está esperando a que la llamen para operarse de reducción de estómago y yo me echo las manos a la cabeza y le pregunto horrorizada: “¡¿Pero no te da miedo?!” En cambio la veo super lanzada, optimista, muy contenta y deseosa de que llegue ese día. Creo que me contagió un poco de esa ilusión y de esa esperanza de que hubiera un último cartucho que quemar.
La posibilidad de operarme era algo que tenía completamente descartado. No lo veía como una opción. Es una operación con muy mala fama por los casos que salen en programa o secciones de programas sobre sucesos escabrosos y… es cierto que mi vida iba mal en muchos sentidos por culpa del sobre peso, pero no estaba dispuesta a jugarme la vida.
Me parecía que Princesaa era una atrevida y una valiente capaz de arriesgarse tanto. Mientras mantenía esa conversación seguía pensando que “YO NO”.
Ella me planteó que comenzara el proceso, que podía tardar un año y medio en culminarlo y, mientras tanto podría ir pensándomelo.
Y decidí hacerlo, aún sin tener claro si finalmente me operaría o no.
Pero realmente todo no comienza hoy, comienza con una vida entera teniendo sobrepeso y estando a dieta desde aproximadamente los 10 años. He estado siempre a régimen, he perdido hasta 30 kilos en un año más o menos. El problema es que, cuando he perdido eso, aún me queda mucho camino y yo ya no tengo más fuerzas. Así que lo dejo y, por más que me propongo mantenerme al menos, al final termino recuperando esos 30 kilos y 15 o 20 más… Y así, cada vez que hago regímenes voy ampliando mi peso máximo.
Además de hacer dietas, también he acudido a la psicología. Siempre me ha gustado mucho trabajarme por dentro. Fui a una psicóloga psicoanalista que me cobró por nada durante cerca de dos años. No digo nada en contra del psicoanálisis sino en contra de esta psicóloga en concreto. Después me hablaron de otra psicóloga de corriente humanista-gestáltica a la que estuve acudiendo 3 años. Esta era una magnífica psicóloga a la que debo muchos logros de mi vida, mi estado vital actual y muchos aspectos de mi manera de ser y de entender el mundo. Aún así no conseguí que me ayudara con mi problema con la comida. Pero es a la que acudiré a trabajar cualquier asunto personal o cualquier momento malo que viva. También la he recomendado a muchísimas personas y siempre han quedado muy contentas.
Actualmente estoy yendo desde el 8 de septiembre a otra psicóloga que me está ayudando a comer de manera equilibrada y a crear buenos hábitos de salud en general. Estoy muy contenta porque me parece que el trabajo que estoy haciendo con ella es clave para que el después de la operación vaya bien y sea algo exitoso.